Cuenta la leyenda que los antiguos pobladores de "El Varal" fueron advertidos por su dios que abandonaran las tierras que habitaban o sería tragada por la tierra; su indicaciones decían que debían subir por la noche hasta la zona más alta del cerro y buscar hacia el oriente una luz brillante, esa sería la señal para establecerse.

 

Al sur de lo que ahora es Ixtlahuacán existió un manantial que al correr hacia el norte formaba extensos charcos en los que se veía reflejada la luz del lucero de la mañana, esa fue la brillante luz que vieron. Los antiguos habientes del "El Varal" se establecienron en las cercanías donde brotaba el manantial "El Ojo de Agua" en donde aún existe un antiquísimo árbol conocido como sabino